RESPUESTAS: LA SITUACIÓN EN PARAGUAY: Como clásico representante de estratos inferiores de países en América Latina, también en materia de evasión y reforma tributaria, la posición de Paraguay es solo regular. Hace falta continuar con la reforma tributaria y reducir aún más la evasión. “Continuar”, porque hace varios años, ya que el proceso de reforma continúa, pero muy lentamente. Y “reducir”, porque en nuestro país la evasión, aunque se ha reducido, sigue siendo enorme.
La primera onda de las grandes reformas impositivas se inició en 1991 con la entrada en vigencia de la Ley Nº 125 “Del Nuevo Régimen Tributario” y continuó en 2004 con la Ley Nº 2421 “De Reordenamiento Administrativo y de Adecuación Fiscal”, más conocida por estas últimas dos palabras. En el año 2012, la puesta en vigencia del impuesto a la renta del servicio de carácter personal continuó implementando la Ley Nº 2421. Posteriormente se hicieron algunas otras reformas en ese mismo proceso, relacionadas con la creación del Iragro en vez del anterior Imagro, así como el IVA para productos agropecuarios en estado natural (generalización parcial, gradual y todavía incompleta), así como las tasas de interés para bancos, financieras y cooperativas. Es mucho lo que aún hace falta generalizar en términos de IVA, así como cobrar mejor el impuesto selectivo al consumo (ISC). También es necesaria una reforma más profunda para gravar mejor las actividades de los estratos superiores, así como cobrar más impuestos directos que indirectos.
AMÉRICA LATINA CON MEJORAS, PERO NO SUFICIENTES. En cuanto a publicaciones relativamente actuales sobre estos dos temas, evasión y reforma tributaria, en América Latina sigue siendo importante la de la Cepal, titulada “Panorama fiscal de América Latina y el Caribe 2016”:
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/39939/S1600111_es.pdf .
Allí puede leerse lo siguiente: “En promedio, América Latina logró aumentar su presión tributaria 0,2 puntos porcentuales del PIB en lo referido a los gobiernos centrales. Cabe mencionar que ese avance se debe principalmente a una mejora de la recaudación del impuesto sobre la renta.
“Aunque las reformas tributarias estuvieron orientadas a diversos objetivos, desde la obtención de mayores recursos fiscales hasta una mayor protección de los recursos naturales y el medioambiente, los cambios más relevantes se centraron en el impuesto sobre la renta. El propósito es no solo mejorar el desempeño recaudatorio de los sistemas tributarios, sino fortalecer uno de los puntos más débiles de la política fiscal de los países de la región: el impacto de los sistemas impositivos en la distribución de los ingresos.
“La ampliación de la base imponible de los tributos que gravan la renta estuvo presente en las reformas de la mayoría de los países, ya que se incorporaron tributos sobre los dividendos o distribución de utilidades y sobre los intereses, títulos, valores o ganancias, se limitaron las deducciones y se derogaron ciertas exoneraciones u otros gastos tributarios. Sin embargo, las tasas efectivas que pagan los individuos del decil de mayores ingresos siguen siendo muy bajas, como consecuencia del tratamiento preferencial de las rentas del capital, sujetas todavía a una tributación a tasas menores que las aplicadas a las rentas del trabajo. Sobre la base de las últimas encuestas de hogares disponibles, la Cepal estima que en los últimos años la tasa media efectiva que paga el decil más rico ha aumentado hasta un promedio regional del 7,2% (desde un 5,4% en el 2011), lo que contrasta todavía con la tasa media efectiva de la Unión Europea, equivalente al 25,6% del ingreso disponible del décimo decil”.
Dr. Ricardo Rodríguez Silvero