Andersen presta servicios médicos los lunes y martes en el departamento de Bienestar Institucional de la Facultad Politécnica. Llegó al lugar a las 9.30 de este martes, poco después comenzaron a llegar estudiantes de Medicina, quienes acompañados de sus pares de Politécnica lo rodearon.
Los estudiantes tenían preparada una nota de renuncia del médico y solo pidieron su firma.
Cuando se vio acorralado, pidió que dos personas ingresaran al lugar para negociar su salida. Allí negó las fuertes amenazas que realizó contra sus alumnos y cuyas grabaciones recorren las redes sociales y grupos de WhatsApp.
Finalmente lo dejaron salir, pero el escrache continuó en su trayecto hasta la ruta Mariscal Estigarribia. Allí subió al primer bus que pudo y desde la estribera “tiró besos” a los manifestantes, “una vez más burlándose de todo el alumnado”, lamentó María Elena Pires, del Centro de Estudiantes de Politécnica.
El médico incluso solicitó vacaciones, pero los universitarios insisten en su renuncia.