No me ha admirado que esto haya sucedido.
Lean esto que no todos sabrán.
El Bañado Sur tiene una entrada muy transitada y peligrosa porque es doble vía y tránsito de peatones hacia arriba y hacia abajo con una vuelta de casi noventa grados. Un problema de tránsito como hay en Asunción. (Entre paréntesis cuento esto por si la Municipalidad da una solución antes de que muera alguno atropellado).
Pues bien, en la entrada de arriba es frecuente el ver la camioneta de la policía deteniendo a motocicletas y con la excusa de que tienen droga (real o sembrada), como somos pobres, nos exigen un millón de guaraníes. Si no lo damos, al día siguiente amanecemos en Tacumbú.
No me admiro que esto haya sucedido a una joven empresaria y sinceramente lo siento mucho.
Todos nos merecemos y exigimos un Paraguay en el que estos hechos no sucedan nunca más.
El desafío es, ¿y cómo logramos esto?
En Nicaragua cuando triunfó la revolución sandinista, echaron a toda la policía somocista. Soy testigo de esto porque estaba allí. Eligieron a dos centenares de jóvenes muy formidables y los enviaron para entrenarlos a Panamá. Figúrense cuando al volver los vimos tan corruptos y coimeros como los somocistas. De nuevo echaron a todos. Poco a poco, los mismos sandinistas los tuvieron que ir formando a los nuevos.
¿Y nosotros?
Reconozco que hay policías excelentes y honestos profesionales. A estos hay que guardarlos como un tesoro. A los otros, echarlos sin contemplación.
El desafío es, ¿admitiría esto un sistema desde arriba tan corrupto como el nuestro? La expulsión tendría que ser desde arriba del poder y no solo entre los policías sino en los tres poderes.
¿Vamos a fortalecernos para hacerlo?