La fila de rodados, en la mañana de ayer, era de apenas tres cuadras, llegando hasta el cruce de Don Bosco y Manduvirá. Unos 30 vehículos, en promedio, esperaban ser inspeccionados.
Para el mediodía, la hilera de máquinas ya no pasaba de Ygatimí y Don Bosco, y, según informaron desde el Consorcio Automotor, concesionaria de la planta verificadora, desde las 16.00 ya no hubo movimiento de rodados. El RUA había ampliado su horario de atención hasta las 18.00, justamente en atención a la gran cantidad de vehículos que esperaban ser controlados.
“La verdad que a mí me atendieron bastante rápido hoy. Yo vine a eso de las 8.30 y salgo ahora, cerca de las 10.00. Es diferente a lo que se veía por la tele los días pasados”, expresó Ramón Carvallo, tras salir de la planta verificadora.
Agilización. En ese sentido, el ingeniero Pablo Dragotto, coordinador del Consorcio Automotor, señaló que solo las filas mermaron, no la cantidad de vehículos.
Explicó que el taller agilizó los trámites, con la habilitación de más sitios de verificación y la duplicación del personal operativo.
“Ayer (por el lunes) tuvimos récord de producción, 900 vehículos fueron verificados, casi el triple de lo normal, y a las 15.00 ya no había más nadie esperando. Lo que mejoramos fueron los tiempos, con más lugares y personal”, expresó.