Esto, debido al precedente que quedaría por la acción de ingresar al despacho de un magistrado para hacer un inventario de expedientes, como ocurrió ese día.
El suspendido juez Rubén Ayala Brun solicitó la constitución de la escribana para labrar acta de los expedientes que se encontraban en su despacho.
Además de Ayala Brun y la escribana Ferreira, estuvo la esposa del juez, la fiscala Clara Ruiz Díaz, además de su cuñado, el también fiscal Juan Carlos Ruiz Díaz.
La escribana ya se encontraba adentro con Ayala Brun cuando llegó el juez Gustavo Amarilla, que interina a su suspendido colega.
Amarilla elevó luego un informe a la Corte Suprema acerca de la constitución de la escribana, además de solicitar luego que sea relevado como interino de Ayala Brun.
Con ello, los ministros solicitaron un informe detallado acerca de lo ocurrido y de la constitución de la escribana.
ACCIONES. Según fuentes de la Corte, si es que Ayala Brun tenía dudas o quería una inspección, podría denunciar ante la Dirección de Auditoría de Gestión Jurisdiccional, la Superintendencia de Justicia.
Incluso, podría recurrir a la Auditoría General del Poder Ejecutivo e incluso, acudir ante la Contraloría General de la República.
No obstante, el hecho que una escribana se haya constituido en el despacho de un magistrado deja un precedente nefasto, conforme las fuentes, ya que con ello, cualquier escribano podría ingresar hasta despachos de ministros.
Así, las fuentes dicen que podría realizarse un sumario a la escribana, que depende de la Corte, donde podría ser suspendida o incluso quedarse sin registro.
Por su parte, Ayala Brun fue suspendido por segunda vez, debido al juicio de hábeas data con el que dispuso levantar embargos de inmuebles en la Dirección General de los Registros Públicos.
Hay que recordar que el juez ya estaba suspendido por el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados porque con un oficio había trabado el traslado del condenado Jarvis Chimenes Pavão.