Si bien en principio dio sus condolencias por el asesinato del joven militante del PLRA Rodrigo Quintana, Duarte ratificó su posición a favor de la enmienda constitucional argumentando que es favorable a la “participación popular”. Esto hizo que se gane el abucheo de sus colegas liberales y colorados disidentes.
Visiblemente incómodo por los silbidos y las interrupciones de sus colegas, Ramón Duarte dijo con voz temblorosa que siempre votó en contra de los proyectos del cartismo y se autodefinió como “opositor”.
Terminada su alocución, el colorado José María Ibáñez señaló que existe un país enlutado por la violencia y pidió “cuidar el lenguaje”.
En septiembre de 2015, Ramón Duarte había comentado entre llantos que participó de una reunión con sus colegas en la que apareció ebrio el presidente de la República, Horacio Cartes, y lo acusó de desestabilizador del Gobierno. En ese entonces, había responsabilizado al mandatario de cualquier daño que pudiera sufrir su familia.