Para empeorar las cosas, Clinton siempre llega tarde mientras que el espectáculo de Trump suele comenzar en hora.
En la antesala de una nueva fase de la elección presidencial en Estados Unidos, la candidata demócrata padece un déficit evidente de entusiasmo.
No solo enfrenta el fantasma latente de Bernie Sanders, de cara a las primarias de fines de junio, sino que parece también incapaz de contrarrestar los ataques republicanos contra su integridad, alimentados por el caso de los correos electrónicos que manejó desde su dirección privada cuando fue secretaria de Estado.
El contraste es marcado con respecto al fervor que despierta el multimillonario populista cuando entra en escena, mientras retumba la ensordecedora música de Get Ready for This (Prepárate para esto), la canción de 2 Unlimited. “¡Trump! ¡Trump!”, rugen sus partidarios en un centro de convenciones cerca de Disneyland en California. “¡Construye el muro!”, le gritan. afp