“El hecho de que no exista no es que no tiene dueño”, dice y argumenta que las tierras pertenecían a propietarios que ya no existen.
Al preguntársele sobre la celeridad con la que la Justicia dio su falló a favor de la agroganadera, Riera justifica el poco tiempo diciendo que fue un juicio sin contraparte, porque la firma contra la que se presentó la demanda, Ganadera Ypoá SA, se extinguió en el año 2000.
Riera reconoce que la sentencia del ex juez Nery Joel Kunzle, por la que se aprobó la mensura y estableció el excedente de 2.491 hectáreas, es “rara”.
“Porque el juez se equivocó, tenía que haber declarado que no era fiscal, el juez tenía la obligación de declarar que no era fiscal”, expresa Riera.
Al preguntársele quién era el dueño de las tierras, Riera no es contundente. Dice que pertenecían a una empresa llamada Campos y Yerbales, que habría pertenecido al general Caballero.