Pero me pregunto: ¿Por qué se habla poco en ellos del pueblo desde el pueblo profundo y en profundidad? De los empobrecidos, campesinos, indígenas, bañadenses. Si salen en los MCS es para discriminarnos con epítetos ofensivos o para criticarnos por cómo exigir sus derechos. Y luego silencio.
“¿Qué pensamos? ¿Qué valores tenemos? ¿Cuáles son nuestros planes? ¿Es que la Historia la hacen solo las élites sin contar con nosotros, salvo el día de las elecciones?
¿Tenemos alguna chance de imponernos, ya como el soberano o, al menos, parte numéricamente principal de la soberanía?”.
Ni lo saben ellos. Por supuesto que ellos, los empresarios, latifundistas y amos enriquecidos, son parte social del pueblo paraguayo.
Pero son solamente una minoría privilegiada del con monopolio en lo MCS, en las riquezas y en la representación política.
Ellos, inclusive, nos niegan: “ese” pueblo no existe porque no está organizado.
Cierto, no estamos organizados en el plano de las organizaciones de las élites. Pero existimos, acumulamos fuerza, tenemos capacidad de influir y siempre hemos hecho lo mejor de la historia.
Muchas e importantes cuestiones para las que pido ayuda a los que somos pueblo. Ayuda en la definición del término pueblo. Ayuda en conocer cómo es nuestra capacidad real de influir y frenar a las élites. Ayuda en cómo hacer que esta realidad (en la que creemos muchos) aflore y crezca.
Se está acabando el tiempo de representatividad que tiene este Gobierno y que ellos compraron.
¿Cuándo será posible que como pueblo se la demos a otros que sean de nuestra parte mayoritaria de pueblo? Y que, antes, sea realidad aquello de “¡qué se vayan todos!”. Los de ahora. Los de siempre. Porque ya estamos completamente hastiados de su corrupción.
En la gran Historia del mundo, ¡como pueblo venceremos!