Las tierras mal habidas en tiempos del dictador son aproximadamente ocho millones de hectáreas. En cuanto a lo que ha realizado el Indert (Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra), lo interesante es descubrir si cortó esa tendencia o la fue repitiendo en diferentes ocasiones.
Nos interesa, sobre todo, esto último para saber si estamos en una época de transición o de transacción.
Un tiempo de transición se da cuando, viniendo de un tiempo concreto, el que sigue es como un camino que avanza y se va alejando del primero y llega a alcanzar una meta nueva.
Un tiempo de transacción se da cuando a partir de un tiempo concreto el que sigue poco o nada se diferencia de él porque todo lo que se ha hecho ha sido trenzar, negociar, dar pasos adelante o hacia atrás, de modo que estamos como al comienzo sin haber llegado a nada nuevo.
Desde la creación del Indert, ¿se permitieron nuevas tierras mal habidas (tierras destinadas al campesinado asignadas a colonos nacionales o extranjeros de la soja) o cesó totalmente la costumbre stronista de pagar lealtades con tierras del Estado?
Aquí se podría ampliar el tema con otra pregunta: ¿ha ejercitado el Indert alguna política pública para recuperar las tierras mal habidas que Strossner regaló?
Con las respuestas se podría determinar si, en cuanto a la posesión de la tierra hemos estado en una transición o en una transacción. ¿Si hemos avanzado o estamos como en la dictadura? Y preguntarnos el porqué de la respuesta.
Con la entrevista a los doctores Luis Meza y Domingo Laíno en radio Fe y Alegría queremos llegar a fijar políticas públicas sobre la tierra para los próximos gobernantes.