23 abr. 2024

Enfermeras denuncian casos de explotación en sanatorios

Una enfermera gana 3.100.000 guaraníes en hospitales públicos, pero en sanatorios privados se les paga 1.800.000 como promedio, y en algunos casos apenas 900 mil. No perciben beneficios.

Por Susana Oviedo y Andrés Colmán Gutiérrez

Edificios de fachadas relucientes, salas con flores y recepcionistas de impecable uniforme. Sanatorios y hospitales privados que parecen del Primer Mundo. Pero detrás de las puertas de vidrio esmerilado se revela una triste realidad de explotación, con trabajadores de salud forzados a largos turnos sin descanso, percibiendo sueldos muy por debajo del sector público, sometidos a atender a mayor cantidad de pacientes del que exige la Ley... y sin derecho a reclamar, ante amenaza de represalias y despidos.

“En la mayoría de los sanatorios y establecimientos médicos privados se violan abiertamente las normativas de la Ley 3206, del Ejercicio de la Enfermería. No se respeta la carga laboral de 30 horas semanales, no se diferencia entre un trabajo entre semana con el de días feriados o de fin de semana. No se paga el 30 % adicional por horario nocturno, no se cubre alimentación, no se permite un horario de descanso, no se diferencia por áreas especializadas”, destacan las dirigentes de la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE).

La enfermera María Concepción Chávez, presidenta de la organización, conjuntamente con Teresa Arias, Natividad Corrales y Emilce Guerín, todas licenciadas en Enfermería con varias especializaciones y años de ejercicio profesional y trabajo gremial, detallan la realidad de explotación laboral en que se desenvuelven muchos de sus asociados, vulnerables ante la inacción del Estado y la ausencia de control en que se desenvuelve la mayoría de los centros médicos privados.

REACIOS. “La Ley de Enfermería se aprobó en el 2007 y entró en vigencia en el 2008. Los propietarios de sanatorios y establecimientos médicos privados fueron y siguen siendo los más reacios en cumplirla”, explica María Concepción Chávez.

“Recorrimos los principales sanatorios, como el Migone, San Roque, Español, Santa Clara, Americano, La Costa y algunos más del área metropolitana. Los directivos nos presentaban una imagen muy linda, pero en las visitas y en las conversaciones con los trabajadores encontramos una gran explotación laboral”, confirma Natividad Corrales.

Muchos enfermeros y enfermeras trabajan en horarios que van de 22 a 6 de la mañana, y no se les permite ni un minuto de descanso. Los sueldos están entre 1.600.000 a 1.800.000 guaraníes, mientras en hospitales públicos una enfermera gana 3.100.000 guaraníes, destaca Teresa Arias. En sanatorios del interior del país encontraron casos de enfermeras que ganaban apenas 900 mil guaraníes.

SIN DIFERENCIAS. La Ley establece que las enfermeras deben estar diferenciadas por áreas de trabajo. “Las que cubren Urgencias deben permanecer allí, y no ir a salas. La Organización Panamericana de la Salud establece que una misma enfermera no cubra más de 10 pacientes en un área de internado. En caso de niños recién nacidos se reduce a 5 por enfermeras; pero aquí son obligadas a atender varias áreas al mismo tiempo, a numerosos pacientes a la vez, en algunos casos incluso deben hacer limpieza o recoger la ropa de cama”, explica Emilce Guerín.

Los trabajadores no pueden reclamar ante la explotación, pues son amenazados con ser despedidos ante cualquier movimiento gremial o sindical. “Hace unos cinco años, el Sanatorio Migone despidió a todo un grupo de trabajadores por intentar formar un sindicato. En ninguno de los sanatorios se permite la sindicalización, tampoco dejan que las enfermeras asistan a cursos de capacitación”, afirma María Concepción.

La mayoría de las enfermeras y trabajadores contratados por los sanatorios privados son los que no consiguen entrar a los hospitales públicos, y no les queda más alternativa que someterse al maltrato y la explotación laboral, afirman las dirigentes de la APE. Se los mantiene con contratos precarios, a prueba, que se renuevan cada 3 meses, y siempre con la amenaza de ser víctimas de despidos.

DEFENSA DE LA COSTA

El gerente médico de La Costa, doctor José Félix Cañete, en respuesta al caso de la señora Norma Rodríguez apuntó que “el requerimiento en número y competencia del personal médico y de enfermería es dinámico y se toman las medidas para la solución inmediata de los problemas”. Añadió que en este caso la situación médica “tuvo una resolución altamente favorable, luego de cuidados médicos y de enfermería apropiados..., y cuyo resultado fue el nacimiento de su bebé en buenas condiciones”.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.