Los restos pertenecen a una mujer de 60 años, una de las víctimas del alud causado por las lluvias en un pueblo del departamento central de Cochabamba en febrero pasado, informó el asambleísta Freddy Illanes, según la agencia estatal ABI.
Fueron los parientes de la mujer y vecinos del municipio quienes, con palas y picotas, reanudaron la búsqueda de los cadáveres enterrados por el alud.
Las labores de rescate habían sido paralizadas en marzo debido a que la persistencia de las lluvias incrementaba el riesgo de un nuevo deslizamiento de tierras.
El cerro se derrumbó el pasado 10 de febrero sobre un grupo de viviendas y provocó la muerte de 14 personas, la mitad de ellas niños.
La temporada de lluvias, que en Bolivia se extiende de octubre a marzo, ha sido este año una de las más devastadoras de las últimas décadas, con 60 personas fallecidas y unas 60.000 familias damnificadas en todo el país, además de pérdidas millonarias en los sectores agrícola y ganadero.
El Gobierno boliviano decretó a finales de enero la emergencia nacional para que las gobernaciones departamentales y alcaldías pudieran agilizar la ayuda a los afectados.