Pero las consecuencias del incendio que se desató en la tarde del miércoles en el Bañado Sur ya está teniendo sus consecuencias en la salud de la población. “Ya empezaron a aparecer personas que estaban afónicas a causa del humo. Hay personas de las zonas cercanas que presentaron problemas respiratorios. También niños con la cara hinchada por la infección que genera en sus dientes la contaminación que se disemina con el viento. Se van agudizando los problemas”, describe Mirian Candia, Coordinadora del Centro Municipal Nº1 Itá Ybate.
Candia revela que los casos están siendo atendidos por el personal de salud asignado en las Unidades de Salud Familiar de San Cayetano y Santa Ana.
Reconstrucción. Es categórico. Las 11 familias afectadas no piensan abandonar sus terrenos. Se ubicarán como pueden en las casas que están levantando, a la espera de que se cumplan las promesas de nuevas viviendas. “Ellos no quieren dejar sus terrenos por nada”, revela la coordinadora del Centro Municipal.
“Hubo gente que se acercó a la olla y no tenía cómo llevar la comida porque hasta sus cubiertos se quemaron”, describe Candia.
Como dato que describe la realidad de la zona, comentó que en la noche del jueves tuvieron que alimentar no solamente a las familias siniestradas, sino también los pobladores de la zona se acercaron al campamento de la municipalidad donde contaban con la olla popular hasta ayer.
“ Hubo como 300 personas esa noche”, detalla. Con respecto a la asistencia que reciben los pobladores afectados, mencionó que van recibiendo ropas, colchones, cubiertos y otras ayudas que irán llegando.
Un punto pendiente para las autoridades es evitar que empresas sigan usando el lugar como vertedero clandestino, lo que aumenta el riesgo de incendios. El Municipio junto a la Secretaría de la Niñez trabajan en conjunto para brindar apoyo psicológico y contención a los niños de las familias afectadas, quienes perdieron hasta sus útiles escolares.