El 20 de noviembre de 2015, uno de los personajes más buscados por la Policía llegó al Hospital del Trauma; en entonces, Emergencias Médicas. Era Nelson Gustavo López, más conocido como Yacaré Po, quien fue llevado al lugar luego de recibir un disparo en un enfrentamiento con uniformados en Villa Hayes.
Hasta el momento, no quedó claro si fue llevado por integrantes de la banda de asaltacajeros que él lideraba o por vecinos. Días después, llegó un hombre trajeado diciendo que era su abogado, pero el portero descubrió que tenía un arma e iba con intención de matar al paciente.
Este caso es uno de los nombrados por el doctor Aníbal Filártiga para explicar el motivo de una extrema medida de seguridad tomada en el Hospital del Trauma, para el ingreso de pacientes y visitantes, a los que se les prohibe el uso de quepis, sombreros o lentes oscuros que puedan impedir su identificación a través de las cámaras de seguridad.
“Acá tenemos pacientes que tienen deudas con la justicia o son testigos claves de una acción, entonces ya tuvimos gente que vino decidida a quemar archivo. Ya les descubrimos. La justicia tiene los antecedentes de personas que vinieron armadas y que, so pretexto que eran abogados o allegados, quisieron ingresar”, explicó Filártiga, que anunció además que también controlarán el ingreso de cualquier tipo de comidas y bebidas.
Solo se permite el ingreso de agua mineral, refirió el médico, que recalcó que si hay gente molesta por esta medida se tendrá que ceñir a las reglas porque seguirá vigente.
HERIDOS EN ACCIDENTE. Por otra parte, el galeno explicó que 95 motociclistas protagonizaron accidentes de tránsito de 136 casos que se dieron entre el viernes, sábado, domingo y lunes (feriado), según el reporte de Trauma, en medio de una conferencia de prensa realizada ayer en el centro asistencial.
De los 95 accidentados de moto, nueve son niños, hecho que deja en evidencia la irresponsabilidad de los padres. “En eso la responsabilidad de los padres es crucial”, explicó brevemente el médico.
Filártiga detalló igualmente que más del 50% de los accidentados sobre biciclos no tenían casco, hecho que refleja el poco éxito de las campañas de concienciación realizadas.