Los primeros meses de este periodo parlamentario no se tornan fáciles ni alentadores para el presidente de la República, Horacio Cartes, en su relacionamiento sobre todo con la Cámara Alta.
Desde la primera sesión del año, en marzo pasado, el mandatario ya comenzó a sentir los efectos de su apoyo al diputado colorado Pedro Alliana, candidato a la Junta de Gobierno de la ANR.
El precio que le toca pagar es la ingobernabilidad, que intentó asegurar colocando al liberal Blas Llano en la presidencia del Congreso, pero que ahora no le sirve porque hay una mayoría opositora sumada a la disidencia.
En solo un mes y medio, Cartes sigue sumando reveses y está en marcha el internismo colorado que lleva adelante el G 15, que apoya a Mario Abdo Benítez para la Junta.
Además de las críticas y los cuestionamientos que se volvieron parte de la agenda en el Senado, tanto contra Cartes como sus ministros, esta crisis interna afecta directamente a los intereses del mandatario.
Uno de los golpes más duros que recibió es el rechazo a su polémico proyecto de ley de garantías a las inversiones.
Los argumentos que primaron para descartar la aprobación fueron que es parte del circuito de la ley de responsabilidad fiscal y de la alianza público-privada. Se alegó que en gran medida lo que establecía esta propuesta ya está estipulado en la Ley 6090, y que la única diferencia es que se congelan los impuestos hasta 20 años. Luego de este revés, tuvo que aparecer por la Cámara Alta el ministro de Hacienda, Santiago Peña, en busca de un acercamiento.
El decreto del Ejecutivo a favor del ascenso de tres comisarios sin el acuerdo del Senado desembocó hasta en una amenaza de juicio político.
El Senado, vía resolución, acusó a Cartes de violar la Constitución Nacional. El mandatario tuvo que rectificar luego el decreto.
Como pocas veces se dio en época de gobernabilidad entre Cartes y el Senado, esta vez una mayoría había decidido rechazar el veto del Ejecutivo a la ley que obliga al Consejo de la Magistratura a incluir siempre en las ternas de candidatos a los titulares de los cargos.
Lo último y que sigue creando polémica es el doble golpe para Cartes en un solo día en una de las sesiones pasadas.
Además de votar como candidato para la Corte a Linneo Ynsfrán, que no era justamente el elegido del Ejecutivo; una mayoría en la Cámara Alta no solo dio voto de censura, sino que pide la destitución del ministro de Comunicación, Fabrizio Caligaris.
Como si fuera poco, continúa en el freezer el juicio político a tres ministros de la Corte, Sindulfo Blanco, Óscar Bajac y César Garay.