En la lista de funcionarios permanentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, del servicio local, los directores generales, coordinadores, directores y titulares de jefaturas tienen un denominador común: prácticamente en su totalidad no tienen formación universitaria.
En consecuencia, no cobran los G. 700.000, que es la bonificación asignada por grado académico. Es lo que se deduce de la nómina oficial que publica en su página web la Cancillería Nacional (www.mre.gov.py).
Como en otras instituciones del Estado, el funcionamiento de Relaciones Exteriores está en manos de personas que ingresaron al servicio público, no por concurso de méritos, ni por probada idoneidad, sino por otras vías que históricamente configuraron un mecanismo en el que la formación académica no era lo esencial, sino el clientelismo, el amiguismo y las famosas recomendaciones de algún político bien posicionado en el poder.
El canciller nacional, Eladio Loizaga, anunció recientemente que de ahora en más, el ingreso a los cargos administrativos será por concurso y el ascenso en el escalafón administrativo, también.
Su predecesor, embajador José Félix Fernández Estigarribia, ministro de Relaciones Exteriores del liberal Federico Franco (junio de 2012 a agosto de 2013), harto de los pedidos de puestos laborales, había lanzado una vez el mensaje de que no insistieran con él sobre este tema, porque no iba a aceptar a recomendados.
Las consecuencias del sistema que por años se practicó en todas las instituciones del Estado, las está padeciendo en estos momentos el canciller Loizaga en Relaciones Exteriores. El bajo nivel de formación de los funcionarios, tanto administrativos como diplomáticos, no le ha permitido a Loizaga completar aún, en un año, las vacancias tanto en el servicio local como en el servicio exterior.
Algunos directores generales del Ministerio llegaron hasta la penúltima categoría del escalafón diplomático, que es el grado de ministro. La última es la de embajador, para lo cual se requiere haber concluido un curso en la Academia Diplomática, elaborar y defender una tesis.
En la infografía (ver al lado) aparecen varios directores generales que en la nómina oficial de Cancillería figuran sin grado académico. No perciben la bonificación correspondiente por título. La gran mayoría ingresó al escalafón diplomático en 1999.