El ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Ramón Jiménez Gaona, tuvo reacción tardía respecto a la crítica situación en la zona del río Pilcomayo y pese a las advertencias desde inicios de año, recién ahora está tomando medidas y acciones administrativas para reforzar la Comisión. Al mismo tiempo, empezó a coordinar acciones con la Secretaría del Medio Ambiente (Seam) para “minimizar los efectos en la fauna de la región”.
Así manifestó ayer el titular de la cartera en Mburuvicha Róga, después de una reunión que mantuvo con el presidente Horacio Cartes. “A nivel administrativo, nos estamos preparando para hacer una intervención mucho más importante con un equipo nuevo, técnico. Sumaremos más gente a la Comisión del Pilcomayo, gente preparada que pueda ayudarnos a ejecutar adecuadamente las obras que vayan a ser consensuadas con una comisión que ahora sí va a funcionar”, expresó.
Recordemos que desde el inicio de la auditoría a la mencionada comisión, en febrero pasado, las obras de limpieza del canal del Pilcomayo se paralizaron. Como resultado de la intervención se destituyó al ingeniero Daniel Garay Palacios de la titularidad de la comisión y en su reemplazo asumió el lunes pasado el ingeniero Óscar Alberto Salazar Yaryes, quien tiene el desafío de reingresar el agua en la crecida de noviembre.
Pago millonario. Pese a que durante la administración de Garay el MOPC pagó aproximadamente G. 25.000 millones a dos consorcios que debían ejecutar las obras de limpieza del canal, el agua no ingresó, causando una catástrofe para los pobladores de la zona y para el ecosistema, que dependen del canal hídrico. La Fiscalía investiga el tema.
Jiménez Gaona admitió ayer que las obras encargadas fueron para el ingreso del agua en el lado paraguayo. Sin embargo, ello no ocurrió y al final muy poca agua pudo entrar. Agregó que esta situación de hecho tiene históricamente relación con el fenómeno El Niño, cuando se da mucha lluvia en la Región Oriental. Ahora con la llegada del fenómeno La Niña, el Chaco estará en peor situación, vaticinan.
El ministro expresó que el río Pilcomayo sufre en este momento los registros más bajos de lluvias en la cuenca alta y la media en Bolivia. “La mayor sequía en 19 años y la segunda mayor sequía por muy poco en 35 años. Es una situación extrema, severa, que hizo que muy poca agua pueda llegar a la embocadura del Pilcomayo”, aseguró.
NO RESCINDIRÁN CONTRATO. Al menos por ahora, el MOPC no rescindirá el contrato con los consorcios Talavera & Ortellado Construcciones (Tocsa)-Vial Sur y Margariño, que no realizaron correctamente las tareas de limpieza del canal del río Pilcomayo, por lo que el agua no ingresó, pese a que cobraron G. 25.000 millones.
“No estamos analizando ninguna rescisión hasta este momento. Estamos en las otras emergencias prioritarias todavía, haciendo coordinaciones con la Seam en varios temas. Pero de todas maneras, lo que sí aseguro es que un tema de rescisión o no tiene que venir como respuesta del documento grande (auditoría) enviado a la Fiscalía, que tiene que dar su opinión si hubo o no temas que ameriten la rescisión”, argumentó el nuevo director de la Comisión Pilcomayo, Óscar Salazar Yaryes. El consorcio integrado por Talavera & Ortellado Construcciones (Tocsa) y Vial Sur cobró G. 15.000 millones y el consorcio Margariño, otros G. 10.000 millones. Los datos se desprenden del informe de la auditoría que realizó el MOPC ante la falta de resultados.
