23 abr. 2024

EN PRIMERA PERSONA

Mi nombre es Gustavo Raúl Gómez Portillo.

Nací el 6 de mayo de 1993, en San Juan Bautista de Misiones, tengo 24 años. Estoy casado con Betania Jazmín Torres. Soy papá de Pía Costanza. Mis padres son José Gómez y Gloria Portillo. Mis hermanos; David, Mario y Mariela.

INFLUYERON. “Tengo un hermano mayor que es futbolista, hizo las inferiores en Olimpia, estuvo 9 años jugando en Chile y él también tiene un carácter parecido al mío. El otro hermano siguió la carrera de Policía, pero también jugó fútbol, pero se dedicó poco. Mi papá no jugaba casi al fútbol, no es que no me apoyó, pero no le gustaba mucho ir a la cancha, pero mi mamá sí, siempre estuvo, siempre me decía cuidate, mi madre fue la que más me impulsó”.

INICIOS. “Comencé en la escuela de fútbol del Sportivo Obrero, que es de mi ciudad de San Juan; después fiché por un club, Capitán San Alfonso de San Ignacio, y de ahí fui al 31 de Julio, que entonces era gerenciado por Carlos Guirland donde jugué hasta los 17 años.

A los 15 años fui convocado por la Selección Nacional Sub 17 (en el 2009). Guirland le sugirió mi nombre a Jorge Campos y este convocó a dos jugadores del 31 de Julio, pero, finalmente, quedé solo yo”.

“Terminó el Sudamericano Sub 17, colectivamente no nos fue bien, pero individualmente tuve un alto rendimiento y quedé en la consideración de muchos. Retorné a Misiones. Guirland arregló con el Audax Italiano para transferirme, pero como no era mayor de edad, seguí jugando en el 31 de julio. Un día me citan nuevamente para la Selección, pero ya para la Sub 20, teniendo diez y seis años. Luego fuimos de sparring a Sudáfrica y ahí la gente de Libertad se fijó en mí y terminaron fichándome”.

“Llegué a Libertad a los 17 años, jugué en tres categorías casi simultáneamente (Sub18, 20 y Reserva) y seis meses después ya debuté en Primera, con Gregorio Pérez en el 2011. Recuerdo que jugaba como volante central, que era mi puesto natural”.

LE HICIERON CENTRAL. “En la Selección Paraguaya Sub 20 dirigida por Carlos Picerni me cambiaron de posición. En una de las prácticas llegó el Tata Martino y le sugirió a Picerni para que me ubique de central. Se acercaron y me dijeron: ‘Mira que necesitamos centrales, no estamos bien en esa posición? Y yo con tal de estar en la Selección lógicamente que accedí y no me arrepiento. Jugué ese torneo de central y no sé si de volante central hoy estaría en Milán”.

LIBERTAD. “Libertad me dio todo, en todo sentido y creo que yo también de alguna manera dí todo por el club, creo que retribuí lo que hicieron por mí. Creo que soy uno de los jugadores mejor transferidos por la institución, conste que en principio solo vendieron el 50% a Lanús y luego el otro 50% a Milan. Le tomé cariño al club, veo sus partidos, tengo buenos amigos ahí”.

LANÚS. “Lanús es un club increíble, modelo, ordenado, suena raro decir que existe un club ordenado en Argentina, por lo que están atravesando en estos momentos, pero Lanús siempre tuvo un trato muy transparente conmigo en todo sentido. Cuando surgió la posibilidad de ir a Lanús, hablé con Víctor Ayala y él me recomendó, me habló maravillas del club y no me mintió”.

Fútbol intenso. “La intensidad, el dinamismo, es un poco más rápido que nuestro fútbol, se siente la diferencia. Técnicamente creo que los equiparamos, pero en la intensidad hay diferencias y sentí el cambio, porque al llegar me costó un poco, pero después me adapté”. “Pienso que ellos están un poco más actualizados, los preparadores físicos son capacitados, van a Europa y trasladan a su país. Además, en el torneo compiten futbolistas de renombre que estuvieron en grandes ligas“.

“Otro detalle que influye es que los partidos se juegan a estadios llenos”.

TÁCTICO. “De Argentina a Italia también me costó adaptarme, porque allá es totalmente diferente a Argentina. El fútbol argentino es más intenso, es de mucho ida y vuelta, mientras que en Italia, si bien es cierto es intenso, existe mayor enfoque en lo táctico”.

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