29 mar. 2024

En Paraguay cada año nacen 1.500 pequeños con problemas cardiacos

Al menos entre 8 y 10 nacidos vivos de cada 1.000 en Paraguay son diagnosticados con problemas del corazón, revela la jefa de cardiología del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, doctora Nancy Garay. Según señala la cardióloga, la cifra se sitúa en 1.500 al año. “Este número es una constante, no solo en nuestro país sino en cualquier parte del mundo. No existe una etiología (origen de la enfermedad) específica”.

Detallando la realidad de estas afecciones entre los recién nacidos, menciona que el 30% de los diagnosticados deben ser sometidos a tratamiento quirúrgico en el primer mes de vida. En tanto que el 50% va al quirófano en el primer año.

“Hemos tenido un gran avance en los diagnósticos, lo que posibilita que los niños puedan operarse precozmente. En el Hospital Acosta Ñu tenemos una muy buena experiencia con el 95% de sobrevida de los que han pasado por el quirófano”, comenta la profesional.

Contratiempos. En contrapartida a la efectividad y rápida respuesta médica, la doctora Garay menciona que uno de los grandes problemas sigue siendo la falta de camas en los hospitales. Otro tropiezo frecuente es que la mayoría de los cardiólogos pediatras que pueden brindar el diagnóstico correcto se encuentran en Asunción y el área metropolitana. A raíz de esta concentración, las familias del interior deben deambular por varios hospitales regionales antes para obtener el diagnóstico correcto.

“Por esta situación hay casos en que puede empeorar por no ser tratados a tiempo”, señala la jefa de cardiología.

Revela también otro contratiempo que suele aparecer en estas situaciones: Alrededor del 10% de los diagnósticos encuentran a padres que se niegan a aceptarlo.

La actitud de estos padres solo contribuye a complicar, retrasar el tratamiento y, por ende, agravar más el cuadro de sus hijos.

Concienciación. Garay tampoco deja de hablar de lo que ocurre fuera de los hospitales. Menciona que desde hace tiempo en el Hospital Pediátrico trabajan con los padres y un sicólogo para concienciar sobre las responsabilidades que deben asumir con el hijo que fue operado del corazón.

“Si el niño será sometido a una intervención cardiaca, los padres son sometidos a un tratamiento sicológico para que no abandonen la medicación que deben suministrarle. Los trabajadores sociales también se encargan de constatar si en la familia existe algún tipo de problema interno”.

Otro punto que lamenta la doctora es el hecho de tener poco acompañamiento de los organismos estatales que trabajan con los temas de la niñez y la adolescencia, además de defensa de la mujer. “Muchas veces hemos denunciado situaciones que tienen directa relación con el niño, pero no hay retorno de parte de las instituciones encargadas”, revela Garay.

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