Federico Franco, ex presidente de la República, manifestó que no existe logro alguno del Gobierno paraguayo en reducir la deuda de Yacyretá con el Tesoro argentino a USD 4.084 millones, porque sencillamente ese pasivo no iba a existir si se aplicaba lo que dice el Anexo C del Tratado de la entidad. Si hay alguna deuda, debe ser Argentina la que más responsabilidad tenga en el pago, considerando que fue el país que consumió casi la totalidad de la energía, dijo. Acusó de “traidores” a los paraguayos que negociaron la Nota Reversal de 1992, por la cual se redujo la tarifa de venta de la EBY.
“Si se utilizó la Nota Reversal de 1992 para calcular la deuda, nosotros no podemos aceptar”, indicó. Añadió que la compensación por territorio inundado no se puede recibir en cuotas por 10 años, siendo que a nuestro país le inundaron en forma inmediata.
Por su parte, el senador Miguel Abdón Saguier expresó que los responsables del Poder Ejecutivo que negociaron el acuerdo con los argentinos tienen que tomar nota del crecimiento de la conciencia de la ciudadanía, que no va a aceptar el pacto suscripto por Macri y Cartes.
NO PASA NADA. El diputado Amado Florentín preguntó qué pasará si se rechaza el acuerdo y si es verdad que se entrará en un descalabro financiero, más un período de faltante de energía, como había indicado el director paraguayo de la EBY, Ángel Recalde.
Al respecto, los técnicos Germán Escauriza, Axel Benítez, Orlando Valdéz y Daniel Pérez aseguraron que absolutamente nada malo le pasará a la central ni al país, de no aceptarse lo firmado por los presidentes.
Benítez señaló que en el corto plazo no habrá faltante de energía, pero para el mediano y largo fue la ANDE la que se puso la soga al cuello, porque aún no energizó la línea de 500 kilovoltios (kV) y tampoco hizo una obra de interconexión para traer más energía de una represa si es que otra está con problemas.
Valdés agregó que es Argentina la que necesita hoy la energía, pero para Paraguay existen otras alternativas, como desarrollar energía solar, la repotenciación de la central de Acaray, usar el embalse del Yguazú para tener energía en horarios pico, entre otras iniciativas. Mucha gente solo quiere recibir renta y dádivas, apuntó.
Pérez alegó que ni siquiera se debe hacer la maquinización del brazo Aña Cuá (emprendimiento que figura en el actual acuerdo), ni ninguna otra obra con Argentina, por los antecedentes y la experiencia que se tiene con la nación vecina.