20 abr. 2024

En Minga Guazú 3 niños no videntes asisten a clases en escuela regular

Están plenamente adaptados al grupo estudiantil e incluso trabajan en forma coordinada con sus compañeros que los ayudan en todo momento. La escuela de ciegos complementa la formación.

Convivencia.   Jazmín recibe la ayuda necesaria de parte de sus compañeros de grado.

Convivencia. Jazmín recibe la ayuda necesaria de parte de sus compañeros de grado.

Por Nancy Méndez

CIUDAD DEL ESTE

Jazmín Lucero y Líder ya están este año en el 7º grado de la escuela San Roque del Kilómetro 14 Monday, de Minga Guazú. Cada uno está a un extremo de la sala con regletas y punzón, también cuentan con la ayuda de dos máquinas de escribir en braille Perkins. Esta vez están copiando la materia que es dictada por otro compañero, mientras los demás se ingenian para entregar un trabajo manual a la profesora de Trabajo y Tecnología.

Así como estos dos adolescentes, Carlos también estudia en la escuela, él va en el 6º grado, y según los profesores los tres son muy aplicados. A la mañana están en la escuela regular y a la tarde van a su clase de apoyo en la Escuela de Ciegos de Minga Guazú, que está situada a solo 2 cuadras de la escuela San Roque y a dos cuadras de la Ruta Internacional número 7, en el Departamento de Alto Paraná. “Me siento muy bien en la escuela, se está logrando de a poco la inclusión, nosotros también nos vamos adaptando así como nuestros profesores y compañeros, lo mejor es que aprendemos mutuamente todos, también los profesores que van aprendiendo nuestro método”, cuenta orgullosa Jazmín Lucero, mientras copia la tarea con la ayuda de una compañera que le dicta las lecciones.

Según la coordinadora de la escuela, la profesora Carmen Ferreira, el día a día de los chicos es igual al de los otros, la única diferencia es que ellos deben ser ayudados por sus compañeros para movilizarse. “Se adaptan muy bien. Creo que eso es muy bueno para ellos y para nosotros también que vamos aprendiendo lo que es la inclusión”, afirmó.

ESCUELA DE CIEGOS. En la escuela de ciegos, además de los refuerzos para los 3 adolescentes que van a la escuela regular, también se realiza estimulación temprana a 6 niños pequeños, entre ellos a mellizas de 1 año 2 meses. Asimismo cuenta con educación para adultos en la que participan 7 alumnos. Este año 2 están culminando el sexto curso. “En la institución los alumnos reciben cursos de informática y hace unos días terminó un curso de oratoria. Tenemos un proyecto para el 2015 de ingresarlos en trabajos sobre cuero y otras manualidades, todo enfocado para que puedan conseguir a través de eso su primer empleo. Aprenden orientación y movilidad con el uso del bastón, se les enseña a ser independientes, les damos una formación integral”, cuenta Raquel Domínguez, instructora en el uso del bastón y madre orgullosa de Jazmín.

Integral. En la escuela los jóvenes reciben alimentación, igualmente medicamentos, que son provistos con aportes de la Municipalidad de Minga Guazú y la Asociación de Ciegos del Paraguay. También de personas de buen corazón que acercan sus aportes hasta la institución. La Gobernación del Alto Paraná provee leche y galletitas para la merienda.

Juan Fernández, de 19 años, es otro que asiste a la escuela. Todos los días viene desde el barrio San Francisco de Hernandarias, comenta que perdió la vista a los 1 año de vida. “En estos 8 años en la escuela aprendí a escribir en braille, sé leer, aprendí a manejar la computadora, toco instrumentos musicales, todo eso gracias a la escuela”, comenta.