CAACUPÉ
En menos de 15 días, los pobladores de Tobatí volvieron a sufrir el impacto de un fuerte temporal.
De nuevo la alerta emitida por Meteorología, se volvió realidad, causando daños en varias compañías y barrios de la ciudad, al registrarse una feroz tormenta con caída de granizos, fuertes lluvias y ráfagas de viento, registrados cerca de las 18.30 del martes.
De acuerdo con los datos suministrados por el secretario general de la Municipalidad de Tobatí, Celso Rotela, los daños causados por el temporal dejaron a unas 21 familias damnificadas, con desplomes de paredes, caídas de árboles, galpones destechados, al igual que el derrumbe de algunas casas de construcción precaria. “Sin embargo, el fenómeno natural no dejó personas golpeadas ni lesionadas”, consignó Rotela.
Las compañías afectadas por el temporal son: San Francisco, San Isidro, parte de las compañías 21 de Julio y Punta del Este. Una de las casas precarias se desplomó en el barrio San Blas, mientras que otra vivienda que colapsó se registró en el barrio San Francisco.
La Comuna elaboró una lista de personas con los daños materiales que han experimentado en sus respectivas olerías, así como también en sus viviendas.
La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ya se hizo presente en Tobatí. Realizaron una visita a los lugares afectados por la tormenta para conocer con exactitud los daños ocasionados y posteriormente organizar y preparar la asistencia. También pudieron constatar inundaciones en algunos lugares a consecuencia del desborde de uno de los arroyos por las intensas lluvias.
Hace una semana, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que declara en situación de emergencia a Tobatí, aunque quedó pendiente de sanción en la Cámara de Senadores.
Central. En el Departamento Central, la ciudad que sufrió los embates del temporal fue Ñemby.
En el barrio Cañadita, una decena de viviendas quedaron destechadas y algunas sufrieron el derrumbe de sus murallas y piezas. Árboles caídos y postes de la ANDE bloquearon varios accesos, poniendo incluso en peligro la seguridad de los moradores.
De a poco, los afectados van recomponiendo sus hogares, con la ayuda de sus familiares y vecinos. “Estamos poniendo de nuevo nuestro techo. Primero estamos viendo los soportes y después la chapa. Por el momento estamos tranquilos, pero si vuelve a llover vamos a tener que ver dónde dormir”, expresó Vicente Agüero.
Según comentaron los moradores, los gastos en promedio por daños están entre los G. 500.000 y G. 700.000.
Reclamaron asistencia del Estado, ya que según dijeron, viven del día a día y no tienen como costear las reparaciones completas.
En algunas zonas siguen sin energía eléctrica. Señalaron que tanto la SEN como la Ande, hasta el momento no pasaron por el barrio.