Como en varios barrios de Luque se registran atracos, tanto callejeros como domiciliarios, la zona de 3 de Mayo, de la compañía Costa Sosa, no es la excepción a este flagelo.
Por ello, una vecina, cuya identidad omitimos para resguardar su integridad, atiende su surtida despensa con una escopeta a cuestas. Esta acción obedece a que en una ocasión sufrió un intento de robo y a su hijo en otro hecho le despojaron de sus pertenencias.
La mujer, además de protegerse, atiende a los clientes detrás de una reja que mandó colocar por precaución.
La inseguridad reinante en el barrio obligó a la trabajadora a tomar esta decisión extrema para cuidar lo suyo con una escopeta calibre 12, dijo la mujer. La misma explicó que aún no utilizó su arma de fuego y sostuvo que no tiene otra opción debido a la inseguridad reinante.
Relata que a las 6.00 inicia la jornada y termina su trabajo a la medianoche. Por ello aseguró que fácilmente no permitirá que delincuentes se apoderen de sus pertenencias o mercaderías de la despensa.
“Yo no amanezco en mi cama. Tengo que trabajar duro y no voy a permitir que me lleven nada gratis. Tengo hijos que mantener y por eso decidí atender con mi arma. También estoy aprendiendo a manejar mi vehículo para no depender del taxi”, relató.
La dueña de la despensa refirió que en la calle puede que le hagan daño, pero que en su territorio, ella toma sus precauciones.
Detalla que cuando circunstancialmente uno de sus hijos atiende el negocio, ella le “cubre las espaldas” y controla lo que hay a su alrededor para que no sea sorprendido por ladrones, señaló. Las calles del mencionado barrio son transitadas especialmente por adictos a las drogas en horas de la noche y lo hacen en ese horario precisamente para pedir dinero, según los vecinos. En el caso de don Nery Martínez, su casa está cercada con cámaras de seguridad que instaló cuando llegó al barrio.
“Me decían que era nuevo en el barrio y que iba a ser víctima de robos, porque así les pasa a los que llegan al barrio. Entonces yo coloqué cámaras en mi casa y tomo fotografías a los que pasan frente a mi vereda. Eso hago por temor a que me roben. Me volví amante de la fotografía y aprovecho para hacer mis archivos y es para prevenir”, expresó Martínez.
Los vecinos sostienen que denuncian los casos de inseguridad, pero la Policía no actúa ante ellos.