Desde la dirección de Niñez de la cartera educativa indican que se trata de una medida pedagógica, por la cual el escolar señalado permanece en la institución, pero realizando las tareas en espacios como la biblioteca. “Lo que no queremos es que el chico quede en la casa, muchas veces sin hacer nada sino que vaya al colegio. Puede ser separado del aula como medida pedagógica si se portó mal, pero que siga realizando las tareas como sus demás compañeros”, explica Sonia Escauriza, directora de Niñez del MEC.
La entidad estatal busca igualmente modificar el modelo de expulsión de los alumnos por el de “cambio de ambiente”. Así también, se pretende eliminar con la vieja costumbre de que los niños firmen el libro de disciplina.