La primera parte tuvo al equipo local como principal dominante de las acciones de juego. Nacional también tuvo lo suyo a través de jugadas de contragolpe con Montenegro como el hombre más inquietante.
La lucha tenaz en el mediocampo inclinó la cancha a favor de los danzarines que fueron liderados por su capitán, Cristian Sosa. El resultado, de dos a uno, parcial en la primera parte a favor de Sol, fue justo, pero lo mejor estaba por llegar.
Electrizante. Nacional salió de otra manera a encarar la complementaria. Milton Benítez se cargó el equipo al hombro y comenzó a ser determinante en el tricolor.
En media hora de juego, los danzarines y tricolores brindaron un espectáculo interesante en materia de goles a los más de 500 aficionados.
Hubo muchos aciertos y también muchos errores en ambos elencos, pero no se puede discutir la entrega y ganas de ganar de ambos. Un herido Nacional alcanzó la paridad a tres goles faltando un minuto para el tiempo reglamentario. Y cuando el festejo por ese agónico empate parecía que se iba a vivir en vestuario tricolor, emergió la figura de Duré, que dio el grito final y los tres puntos.