Esta semana es clave para saber qué desenlace tendrá la ley del subsidio o de rehabilitación financiera para un total de 17.000 campesinos, que el viernes pasado fue vetada por el Poder Ejecutivo.
El líder de la bancada luguista en el Senado, Sixto Pereira, mencionó que no hay tiempo que perder para el tratamiento, dado que solo “se debe aceptar o rechazar el veto presidencial”.
“Debemos evitar cualquier situación que lamentar”, manifestó Pereira, con relación a los labriegos que llevan ya más de cuatro semanas en la plaza frente al Parlamento y marchando por las calles de Asunción, en reclamo de la ley del subsidio, que les permitirá saldar las deudas que mantienen.
La ley otorga un subsidio de hasta G. 51 millones a cada campesino con menos de 30 hectáreas, lo que es cuestionado por varios sectores, como el empresariado y el propio Ministerio de Hacienda.
Escenario. Para la aprobación de la ley en el Senado fue clave la votación de la disidencia colorada en consonancia con el luguismo y el liberalismo, que sumaron 30 votos, lo cual si bien puede variar es muy probable reunir los 23 votos para ratificar la ley.
En la Cámara de Diputados, sin embargo, el panorama es más difícil para rechazar el veto del Ejecutivo, pues se necesitan de 41 votos y la ley fue aprobada con 38.