La doctora Cinthia Gauna, oncóloga clínica especializada en el tratamiento de pacientes con cáncer de pulmón del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN), explicó que el cáncer es considerado una enfermedad genética porque surge de la anormalidad de genes de una célula.
Afirmó que en las últimas décadas se ha producido un incremento de los casos de cáncer de pulmón en mujeres y en personas no fumadoras; y este se ha convertido en el mayor causante muertes en el mundo.
“En el cáncer de pulmón la alteración genética de una célula comienza dentro del pulmón y va creciendo. Esta célula cancerosa trabaja de una forma desorganizada y, con el tiempo, forma un tumor,” describe Gauna.
Según indicó la especialista, la inhalación cotidiana de sustancias tóxicas en el trabajo es el segundo factor de riesgo más común para desarrollar la enfermedad.
“Está expuesta a estos factores la gente que trabaja en industrias en donde hay contacto con algunas sustancias tóxicas: el asbesto, el níquel, el cromo, el alquitrán. Son especialmente vulnerables los trabajadores de industrias químicas y los albañiles. También están en riesgo las personas que cocinan o trabajan diariamente con leña y carbón en lugares sin aireación suficiente,” comenta la oncóloga.
Prevenir y detectar temprano
“En términos de prevención de cáncer de pulmón, lo único que podemos recomendar es que las personas eviten o dejen el hábito de fumar,” destaca Gauna.
Afirmó además que en términos de procedimientos médicos efectivos para la prevención o detección temprana para la población no existe consenso en la comunidad científica.
Por un lado se propone un screening, que es un estudio en la población para una detección de factores de riesgo a desarrollar la enfermedad o su detección en estadios iniciales.
“En centros especializados de países desarrollados se habla de una tomografía de baja dosis como método de screening”, refiere la médica.
Signos de alarma
Un cáncer de pulmón solo puede ser diagnosticado por un médico que haya conducido una serie de análisis para el efecto. Sin embargo, las personas pueden estar atentas a signos de alarma de lo que podría ser un cáncer de pulmón u otro tipo de enfermedad.
Estos signos de alarma son: molestia o dolor en el pecho; tos persistente o que empeora con el tiempo; dificultad para respirar realizando actividades o en reposo; silbido respiratorio; sangre al escupir; ronquera; pérdida de apetito; pérdida de peso sin razón conocida; fatiga, dificultad para tragar; hinchazón en la cara o en las venas del cuello. Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es preciso consultar con un médico.