Los artistas iban a participar en las festividades de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.
“Yo también debía haber volado a Siria, pero hace unos días enfermó mi hija y pedí la baja médica para atenderla”, dijo a la agencia Interfax Serguéi Jlópnikov, integrante del afamado colectivo artístico militar.
Agregó que en el avión siniestrado se encontraban seguramente sólo miembros del coro y del conjunto de danza, porque la presentación en Siria no contemplaba la participación de la orquesta.
Además de los artistas del Alexándrov, viajaban a Siria militares, nueve periodistas y la presidenta de la fundación “Ayuda Justa”, la doctora Elizaveta Glinka, una conocida filántropa rusa que acompañaba una carga humanitaria destinada a un hospital sirio.