El escenario cambió con respecto al momento de la sanción del proyecto, ya que algunos diputados colorados habían actuado en función de que el presidente Cartes había dicho que promulgaría y no vetaría el proyecto. Era al menos el mensaje que daba el titular de la Cámara, Pedro Alliana, antes del tratamiento del proyecto.
Al momento de la votación, hubo 74 diputados presentes, 38 de los cuales votaron a favor y 28 en contra. Siete diputados no habían votado, uno se abstuvo y el resto se ausentó. Se mantiene en la incertidumbre cómo volverán a votar los disidentes, los liberales, y las demás bancadas de la oposición.
Se piensa que a los 38 votos que consiguieron para aprobar el proyecto, se puede sumar el voto del diputado Édgar Acosta, quien hace semanas apareció en la Cámara Baja, pese a su estado de salud. Sin embargo, se ausentó por causas conocidas, cuando el ambiente estaba caldeado y se precisaba su voto.
Por su parte, el encuentrista Hugo Rubin y, por sobre todo, Olga Ferreira son afines a la postura empresarial de rechazar el proyecto, votos con los que no se contarían para alcanzar la cifra requerida de 41. No se descartan deserciones u abstenciones entre otros colorados. “Este momento marca un nuevo escenario. No obstante, no fuimos los proyectistas del documento, pues quienes lo hicieron fueron los aliados del presidente (Frente Guasu)”, mencionó el diputado José María Ibáñez, líder de la bancada de Colorado Añetete, quienes no actuaron como bloque para la aprobación.