Ayer, en una dramática semifinal, los guaraníes sellaron el pase a la definición por el título luego de vencer a Argentina por 2 a 1.
Complicado. Garra, temperamento y mucho amor propio fueron las armas utilizadas por la Albirroja para dejar atrás a un digno rival como lo fue la Albiceleste, que desordenó cualquier estrategia previa de los nuestros con el tempranero gol de Marcelo Mescolatti (3’).
Pero en el momento justo volvió a aparecer el goleador Darío Herrera, que plasmó en el marcador toda su categoría en dos ocasiones (8’ y 17’) para cerrar con ventaja una primera mitad sufrida.
La Muralla viva. La complementaria no tuvo espacio para los errores. Un perfecto planteamiento defensivo propuesto por Saúl Santander se respaldó en la figura de Derlis Delgado, que sacó con seguridad más de una llegada clara del rival. Paraguay a pesar de no arriesgar demasiado, encontró en los pies de Herrera dos situaciones para sentenciar la serie con una ventaja más cómoda sobre el final.
Por la revancha. El fútbol de salón paraguayo, el deporte más laureado, buscará conquistar una estrella más y tomarse la revancha de la final del campeonato pasado (2011), cuando Colombia en la altura de Bogotá se quedó con el premio (8-2).