Ante la inminente puesta en vigencia del sistema de estacionamiento tarifado y controlado en cinco zonas de Asunción, frentistas de estos puntos de la ciudad empezaron a presentar en forma masiva pedidos de espacios reservados ante la Comuna capitalina.
En lo que va del año, la Dirección de Tránsito ya concedió 611 sitios, entre renovaciones y nuevos lugares, y extraoficialmente se menciona que habría otras 300 solicitudes que se encuentran actualmente en estudio.
El responsable de esta dependencia de la institución municipal, ingeniero Luis María Pereira, explicó que el monto que deben pagar los contribuyentes para contar con este beneficio es de G. 2 millones anuales por lugar, el cual debe ser tramitado cada año para que siga vigente.
Tomando como parámetro una persona que estaciona su rodado dos horas por día en una zona tarifada, la misma desembolsará –en caso de no ser capitalino– la suma de G. 6.000 por día; G. 30.000 por semana; G. 120.000 por mes y G. 1.440.000 por año, un monto menor a lo que cuesta un espacio reservado.
MEDIDAS. En otro momento, el directivo comunal indicó que una de las modificaciones que se harán es el de la reducción del 20% al 5% de los espacios reservados.
En ese sentido, dijo que ello equivaldría a un lugar por cada cuadra, a diferencia de los cuatro sitios que hasta hoy se estaban concediendo.
“Se va a aplicar una disminución en la cantidad de estos espacios. Sería un espacio reservado por cuadra. Hay que tener en cuenta que existe mucha demanda de lugares de estacionamiento y que todo está colapsado”, indicó.
Agregó que “toda la ciudad se encuentra colapsada en cuanto a la disponibilidad de espacios para estacionar. Un conductor solo podrá utilizar un lugar por dos horas y luego ya tendrá que buscar otro. Con eso se asegura la rotación”.
Resaltó que quienes quieran estacionar todo el día deberán buscarse una playa privada.
Por otra parte, el profesional manifestó que con el control que se hará en estas áreas se apunta a evitar que siga el desorden existente.
El mismo se refirió a los vehículos que estacionan en doble fila, sobre franjas peatonales, frente a cocheras, rampas para personas con discapacidad y otros espacios, con lo que generan congestionamientos significativos en estas zonas y hasta en sectores de barrios internos.