“Representantes de oleaginosas, granos y cámaras de productos cárnicos están haciendo contacto con nuestros empresarios; los alimentos y el agro son los ámbitos más importantes para la población del Golfo Pérsico. El 85% de los alimentos que consumimos son importados y la seguridad alimentaria es fundamental”, refirió en primer lugar.
A su criterio, Paraguay y los Emiratos Árabes Unidos (de los cuales forma parte Dubái) tienen fuertes relaciones entre los gobiernos, pero en los negocios el vínculo es aún pequeño. Por ende, se ha establecido un tiempo de mutuo conocimiento entre cámaras de comercio y rubros para cooperación y negocios.
Con respecto a sectores, como el inmobiliario, destacó que existen empresas del Golfo que observan ventajas competitivas respecto de otros escenarios de la región latinoamericana: “Uno de los delegados que vino en nuestro grupo invierte en inmuebles en Argentina y Chile; si encuentra oportunidades similares en Paraguay, buscará hacer lo mismo”, enfatizó.
En torno a debilidades y desafíos para el Paraguay, habló de la infraestructura como reto a superar. Se refirió a un empresario de Dubái que importa soja paraguaya, porque tiene mejor proteína que la de Argentina; pero que tropieza con inconvenientes al saber que desde el país vecino es más económico transportar la oleaginosa, con lo que animó al Paraguay a invertir más en infraestructura.
