“La inestabilidad de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) es directamente proporcional a la respuestas que tengan las autoridades”, avisó Amalia Ríos, estudiante de Medicina, durante una rueda de prensa –junto a otros líderes de la revuelta universitaria– en la que ratificaron lo que califican como pedidos innegociables.
Existen tres caminos para que sesione otra vez la Asamblea Universitaria (AU): a través del Consejo Superior Universitario (CSU); mediante el rector que puede hacer la convocatoria; o bien, que la mitad más uno de la AU llame a una sesión extraordinaria. “Solicitamos nuevo llamado a Asamblea y que lo decidido ahí dentro respete y se ajuste a los ejes de cambio real que busca la Universidad”, apuntó.
Anoche, tras una plenaria entre representantes estudiantiles, resolvieron optar por la tercera vía. Este viernes notificarán a los asambleístas para que se autoconvoquen. El plazo para que se reúnan por lo menos 32 integrantes de la AU sería el 23 de este mes; en la víspera –casualmente– del aniversario de la UNA.
¿Qué exigen? Que ningún estamento tenga mayoría propia en órganos de gobierno; que los miembros no ocupen cargos de confianza en facultades; que cada consejero sea reelegido una sola vez y que se conforme un Tribunal Electoral Independiente (TEI). “Estos pedidos no son solo de los estudiantes ni representan una postura radical. Es pedido de todo un país que busca que la UNA cambie”, refirió Ríos.
Lo que reclaman –insistió– es esencial para “generar un sistema que garantice que las autoridades puedan desenvolverse dentro de la transparencia, la democracia, la participación y de la óptima utilización de nuestros recursos”.
Herbert Segovia, en nombre de los estudiantes de la Facultad de Ingeniería (Fiuna) responsabilizó a las autoridades de la UNA la paralización de la actividad administrativa en el Rectorado y del bloqueo parcial del acceso al campus.
“Hace un año creyeron que nos íbamos a conformar con la salida de Froilán (Peralta). Hoy los estudiantes con pensamiento crítico decimos que es el sistema el que debe cambiar”, lanzó Amalia.
Las autoridades les plantearon, al inicio, que la “reforma debía estudiarse más tiempo”.
“Usaron todo eso para dilatar y engañarnos porque dentro de la Asamblea podían decidir lo que ellos querían realmente”, cuestionó.
Advierten que cuanto más se dilate el llamado a la AU se irán agudizando las protestas.
