El rey Abdala II de Jordania, que recoge el testigo de Abdelaziz como nuevo presidente de turno de la organización, advirtió de que la expansión de las colonias israelíes en Jerusalén este y en Cisjordania “pueden dinamitar los esfuerzos de paz”.
“No habrá paz ni estabilidad en la región si no hay una solución justa y global para la cuestión palestina basada en la solución de dos estados”, subrayó el monarca.
El monarca hachemí, que tomó la palabra después del presidente mauritano también instó a continuar la guerra contra el terrorismo y el extremismo por que según él: “amenaza nuestra nación y pretende difamar nuestra región y secuestrar a nuestra juventud”.
En su intervención expresó igualmente su deseo de que las negociaciones sirias en Ginebra y Asatá favorezcan “un progreso político que garantice la unidad de Siria, su integridad territorial y el regreso de los refugiados”.
La cumbre, a la que han acudido 16 líderes árabes, tiene como uno de sus principales puntos de su agenda impulsar las reivindicaciones de Palestina frente a la postura israelí, respaldada por el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump.
Junto a esta cuestión y la situación en Siria, el resto de conflictos en el mundo árabe como Yemen y Libia, así como la lucha contra el terrorismo o la política iraní en la región, están incluidos en la agenda de esta reunión, que se celebra con carácter anual.
Al encuentro estuvieron invitados representantes de organizaciones internacionales como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, o la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini.
