El recién elegido presidente de Francia, el centrista Emmanuel Macron, se presentó este domingo con el himno europeo de fondo ante miles de seguidores reunidos en París y les prometió luchar contra el “miedo” y “las divisiones”.
"¡Gracias a todos aquellos que votaron por mí sin compartir nuestras ideas! Sé que no se trata de un cheque en blanco”, dijo, muy solemne, en la explanada del Museo del Louvre, ante miles de militantes congregados para celebrar su victoria electoral.
El centrista proeuropeo Emmanuel Macron, de 39 años, fue elegido este domingo presidente de Francia –el más joven de su historia– evitando así que esta potencia económica mundial cayera en manos de la extrema derecha de Marine Le Pen.
Con entre el 65 y 66,1% de los sufragios, este ex banquero reemplazará al socialista François Hollande que renunció a presentarse por falta de apoyo popular y del que fue ministro de Economía, según estimaciones de institutos independientes.
“Esta noche se abre una nueva página de nuestra larga historia. Quiero que sea la de la esperanza y la de la confianza recuperadas”, declaró Macron a la AFP.
El nuevo presidente liderará una Francia muy dividida políticamente entre las zonas urbanas (privilegiadas y reformistas) y las desheredadas (tentadas por los extremos). Macron, que no parece recular ante los desafíos, tiene varios por delante de gran calado como un desempleo endémico de 10%, la lucha antiterrorista y la crisis de la Unión Europea (UE).
“Combatiré las divisiones que nos lastran”, declaró en un discurso solemne en su cuartel general de campaña, asegurando que había escuchado “la ira, ansiedad y dudas” de sus compatriotas.
Aunque Marine Le Pen, de 48 años, pierde por amplio margen, no es una derrota en toda regla para ella ni para su partido –el Frente Nacional (FN)– que ha convencido a entre el 33,9% y el 35% del electorado con promesas en contra de la inmigración y el euro. No solo eso, sino que se ha hecho un hueco entre las principales fuerzas políticas del panorama nacional.
“Estaré al frente del combate” de las elecciones legislativas de junio, donde espera superar con creces los dos diputados actuales con una campaña contra la UE, la globalización, los inmigrantes y las “élites” en un país corroído por el desempleo y enlutado por una ola de atentados yihadistas.
La victoria de Macron trajo también un respiro a las capitales europeas que todavía no se recuperan del brexit del Reino Unido y de la victoria de Donald Trump en los Estados Unidos. Por eso, los líderes proeuropeos llaman a trabajar por el rediseño de la Unión Europea.