Eso tiene que llevarles también a exigir rendición de cuentas a aquellos que tenían que haber invertido en la infraestructura.
Los recursos del Fonacide entregados a las gobernaciones y a los municipios en los últimos 4 años, del 2012 al 2015, representan más que el doble de lo que el Estado obtuvo en préstamos para hacer la reforma educativa en 1990.
No se rindió cuentas ni se hicieron bien las cosas.
El momento es muy delicado y amerita en verdad toda la atención de la ministra (del MEC, Marta Lafuente), y sobre todo exige alinear las estructuras institucionales del Estado en favor de un proyecto educativo que es lo que siempre fue difícil.
Hay muchos actores involucrados y entonces se diluye un poco la responsabilidad.
Creo que la selección de ciertos recursos humanos en puestos claves ha sido muy desacertada, hay gente muy incompetente, por ejemplo, la directora de formación docente no puede ser la persona que está, porque cuando tiene todos los recursos para movilizar la capacidad docente, no hay capacidad de gestión.
Lafuente dijo que fue mi viceministra, una persona competente y laboriosa pero ahora eligió muy mal a sus colaboradores, su directora administrativa, y la de formación docente.