La votación, que es obligatoria para gran parte de los más de 144 millones de ciudadanos convocados, no había registrado ningún incidente grave, informó el Tribunal Superior Electoral (TSE).
Tras una serie de crímenes –especialmente en el estado de Río, donde 15 candidatos a alcalde o concejal fueron asesinados–, el Ministerio de Defensa desplegó 25.000 militares para reforzar la seguridad en 488 ciudades de 16 de los 27 estados donde se registraron actos violentos.
El presidente del TSE, Gilmar Mendes, afirmó ayer que estas elecciones son “las más violentas” de los últimos años, especialmente en Río de Janeiro “donde el crimen organizado, las milicias y los narcotraficantes participan en el escrutinio y tienen candidatos”.
Uno de los más madrugadores para votar fue el presidente Michel Temer, del centrista PMDB, quien llegó minutos antes de que se abrieran las puertas de su colegio electoral, a las 8.00 locales, en São Paulo. AFP