Sobre un enorme takuru, un nido real de termitas, estaba esculpido nada más y nada menos que el rostro del dictador. Pero la impresión que me causó no fue solo por el insólito material orgánico utilizado para la obra, sino por la armonía que existía entre Stroessner y el takuru como en una perfecta simbiosis.
El sistema de corrupción implantado en sus años de gobierno que nos dejara como indeseable herencia, se asemeja mucho a los temibles cupi’i. Están estratégicamente ubicados en todas partes, interesados en la madera, de cuya celulosa se alimentan. Para llegar a ella pueden atravesar plástico, yeso y hasta hormigón. Nada les detiene para llegar al objetivo. Trabajan en silencio desde sus nidos disimulados en árboles, en montículos imposibles de derribar o en nidos subterráneos, verdaderas fortalezas invisibles, donde nadie los puede atacar. Son muchísimos, (3 millones en cada colonia), chiquitos como un grano de arroz, trabajan sin pausa, en silencio, escondidos, siempre lejos de la luz, por eso es difícil saber si una colonia de termitas está atacando una estructura.
Es muy difícil deshacerse de los cupi’i, así como de los corruptos. Ellos accionan desde la oscuridad y protegidos por socios poderosos, ladrones, gente sin escrúpulos. Conforman una sociedad para delinquir y resisten en sus colonias subterráneas mafiosas. Son millones y se reproducen fácilmente.
Pero los cupi’i mueren, así como los corruptos, si entran en contacto con el calor y la luz solar. Con esas armas los podemos enfrentar.
La juventud paraguaya ya lo ha demostrado con #UNAnotecalles, limpiando la corrupción instalada en la educación por años. Debemos estar vigilantes para denunciar su sutil presencia en todos los sectores, para exterminarlos y evitar que vuelvan a multiplicarse.
Exijamos la transparencia, porque la luz los aniquila, pero... estemos atentos rastreando permanentemente el foco de infestación, porque siempre queda algún nido subterráneo que puede volver a atacar y aniquilar las bases y la esperanza de nuestra nación.
Este takuru poderoso que nos dejara el dictador, plasmado en la escultura del artista, será durísimo de eliminar, pero estamos en camino y saldremos victoriosos si todos juntos los combatimos con estas 5 efectivas armas: la denuncia, la transparencia desde todos los sectores, el castigo y escrache (¡importante!), el voto a conciencia contra conocidos corruptos y el anuncio permanente de la verdad y la honestidad, testimoniando a las jóvenes generaciones, la alegría de vivir en la luz y no en la oscuridad.