Preguntado la radio pública Ö1 esta mañana, el director general de la Seguridad Pública de Austria, Konrad Kogler, dijo que el metro vienés “era uno de los posibles objetivos” que el detenido pretendía atacar “muy pronto”.
Según el funcionario, la Policía austríaca también recibió indicios de otros “lugares públicos populares” de Viena como posibles objetivos de un ataque con una bomba.
El detenido anoche es un joven austríaco, de 18 años de edad y de origen albanés, quien estuvo en el pasado reciente varias veces en el exterior.
Pero según las autoridades austríacas, no se trata de un antiguo combatiente islamista que ha vuelto de Oriente Medio al país alpino sino de una hombre con residencia habitual en Viena.
“Tuvimos indicios de que planeaba un atentado muy pronto. Estamos siguiendo estas pistas de forma muy intensa. Hemos realizado registros de viviendas, donde nos hemos incautado de teléfonos móviles y ordenadores. Estamos viendo ahora cuán concretos era los planes”, agregó Kogler.
El funcionario austríaco no quiso especular sobre posibles cómplices del joven en Viena, aunque reveló que la policía investiga ahora el entorno del detenido y que posiblemente vaya a realizar más registros y más detenciones.
Según Kogler, la ciudadanía austríaca “puede sentirse segura”, aunque pidió a todo el mundo “ser vigilante”, sobre todo en relación con artefactos dejados en lugares públicos.
Un comando especial de la Policía detuvo ayer a este sospechoso en un barrio obrero de Viena, donde viven muchos musulmanes.
El joven llevaba al menos cuatro días bajo vigilancia policial antes de ser arrestado.
El ministro del Interior austríaco, Wolfgang Sobotka, explicó anoche que las autoridades recibieron información desde el exterior, aunque no precisó la fuente.
Los investigadores austríacos están verificando sus contactos en el extranjero, agregó el ministro, quien habló de un posible trasfondo “salafista” (musulmán ultraconservador) del detenido.
El diario sensacionalista “Kronen Zeitung”, que fue el primero en informar sobre esta detención, asegura que el sospechoso es un simpatizante del grupo terrorista “Estado Islámico” (EI) y que pretendía cometer un atentado de aquí al 30 de enero.
Tras el atentado con un camión contra un mercadillo de Navidad en Berlín en diciembre pasado, la policía austríaca había aumentado sus medidas de seguridad en todo el país, especialmente en Viena.
Austria tiene una importante comunidad musulmana, con más de medio millón de personas, que en gran parte viven en Viena.
En su mayoría los musulmanes austríacos son de origen turco, aunque también hay importantes grupos de origen bosnio, albanés y chechén.
