La investigación por el fallecimiento del procurador, que fue hallado muerto en enero de 2015 en su apartamento con un tiro en la cabeza, había estado desde su inicio en manos de un juzgado de instrucción ordinario.
Luego, en marzo pasado, pasó a un tribunal del fuero federal, con mayores competencias, pero en junio la Cámara Nacional de Casación Penal de Argentina había ordenado que la causa se devolviera a la Justicia ordinaria.
El retorno de la investigación al fuero federal era reclamado por los abogados de la familia del fiscal al considerar que ese ámbito judicial es el adecuado para llevar el expediente al haber sido Nisman un funcionario del Ministerio Público Fiscal.
Hasta ahora, la Justicia no ha logrado determinar si al procurador lo mataron o se suicidó, pero la querella en el caso asegura que se trató de un homicidio.
Nisman investigaba el atentado contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos en 1994.
Cuatro días antes de ser hallado muerto había presentado una denuncia contra la entonces presidenta, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a los terroristas acusados por el atentado a la AMIA, que posteriormente fue rechazada.
