La semana pasada el ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, informó que el superviaducto de Aviadores del Chaco y Madame Lynch se construirá en el tiempo récord de 12 meses. La empresa adjudicada para la realización de los trabajos es la española Isolux Corsán. Es interesante –y necesario– hurgar en los antecedentes de construcciones de parte de esta compañía.
Su prontuario tanto en España como en nuestro continente incluye denuncias de pago de coimas y retraso en la entrega de las obras. Solo para hablar de sus antecedentes en Chile, Isolux Corsán cerró allí contratos con diferentes instancias de la administración pública. Hoy, la compañía tiene varias licitaciones revocadas por incumplimiento en los plazos de entrega y por no pagar a los subcontratistas. El caso del Hospital de Pitrufquén es uno de ellos. El director del Servicio de Salud Araucanía Sur, Milton Moya Krause, explicó a la prensa chilena que “la obra debía haber finalizado en junio de 2014. Pero en abril de 2014 había pasado más de un 80% del tiempo de ejecución del contrato y había menos del 20% de ejecución en las obras”.
Juan Carlos de Goycoechea es representante de la empresa para América Latina, con base en Buenos Aires. En un correo electrónico que envió a sus superiores españoles en agosto de 2013, al que el Centro de Investigación e Información Periodística chileno tuvo acceso, el ejecutivo detalla las bondades del lobby para acceder a las licitaciones. “En los puentes Biobío (Bicentenario) y Maule, se escribió el dictamen que nos dejaba afuera (...) y el lobby me llevó a sentarme con el presidente de la comisión de adjudicación de la obra, con el director de Vialidad y con el ministro de Obras Públicas y por ello se salvó el contrato. Igual el caso del Estadio de Calama que estamos fuera por el presupuesto oficial y lo dimos vuelta (...), y el tema del Hospital de Pitrufquén que no pudimos presentar sin siquiera tener la visita oficial de obra que la conseguimos después para presentarnos”.
El lobby es obvio, no es convencer a los funcionarios estatales solamente con la palabra... En una obra en la Universidad de Santiago de Chile, se denuncia el pago de coimas para no padecer multas, conseguir adelantos de dinero y prórrogas en plazos de entrega. Mauricio Carrasco Torres, director de Administración y Finanzas de la Universidad, estuvo presente en Belo Horizonte, en el partido que en junio del año pasado jugaron las selecciones de Chile y Brasil, en el Mundial, con gastos pagados completamente por Isolux Corsán. La Fiscalía investiga, y la Universidad ha querellado por fraude al fisco y cohecho.
