Para la Iglesia Católica, el número 7 es un símbolo fundamental con un significado de perfección. Luego de que el cristianismo obtuvo la libertad con el Edicto de Milán en el año 313, se construyeron unas basílicas sobre las colinas de Roma. Estas pasaron a ser símbolos de peregrinación y de fe.
Particularmente, esta situación se emula en Asunción, ya que se pueden citar algunas iglesias que emergen sobre colinas, como es el caso de la Iglesia de la Encarnación.
Recorrer las siete iglesias en Semana Santa puede ser una posibilidad de buscar en la peregrinación una mayor cercanía con Dios.
Aunque no es una obligación, generalmente la “hora nona” (15.00), que es el momento de la muerte de Jesús, suele marcar el inicio o el final del recorrido a las siete iglesias para los católicos del país.
La iglesia de María Auxiliadora, La Encarnación, el Santuario del Santísimo Sacramento, la iglesia San Francisco, Perpetuo Socorro, San Roque González de Santa Cruz y la parroquia de San José son templos que guardan mucha cercanía, por lo que suelen estar incluidos en esta ronda.