En su artículo 15 (ver infografía), tras la modificación, la nueva carta orgánica señala que “la dirección y administración del BNF estará a cargo de un directorio, cuyos miembros serán designados por el Poder Ejecutivo, previo acuerdo de la Cámara de Senadores. El directorio se comprende de un presidente y cinco miembros titulares. El presidente y los directores titulares gozarán de las retribuciones establecidas en el presupuesto anual de banco”. Se busca que el Ejecutivo ya no designe a los miembros solo por favores políticos.
El senador Carlos Amarilla fue el proponente del cambio y explicó que la agilidad en el manejo de la banca pública requiere de una unidad en la conducción de la misión estatal. La mayoría de la plenaria acompañó su moción.
“Planteo que en el Gobierno del BNF solamente estén personas propuestas por el Ejecutivo, con la fórmula de un acuerdo con la Cámara de Senadores. Porque entiendo razonable que sea la visión de los Gobiernos de turno los que impulsen de manera uniforme y sin contaminación sectoriales la administración y gobernanza del BNF”, apuntó.
En un primer momento, la Comisión de Hacienda y Presupuesto había promulgado que dentro de la carta se fije que estén representantes de del sector ganadero, industrial y ganadero. A criterio de Amarilla, eso significaba discriminar a otros sectores como la construcción, emprendedores, tecnología, entre otros. La senadora Esperanza Martínez añadió que bajo esa figura grupos empresariales poderosos podían hacerse con las riendas del BNF.
CRÉDITOS PARA TODOS. Otra modificación a la carta se dio en el artículo 8, en el que se fija que el BNF podrá dar préstamos al sector productivo; a pequeñas y medianas empresas; al consumo; para adquisición o refacción de viviendas, entre otros destinos. Ahora también se podrá dar créditos a organismos y entidades del Estado (municipios).