De acuerdo a cifras del cuerpo de seguridad, entre enero y octubre fueron asesinadas un total de 4.585 personas, cifra que, cruzada con los 6,45 millones de habitantes, equivale en una tasa de 70,97 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, que previsiblemente aumentará al cierre del año.
Desde el 2000, los únicos años que han superado dicha tasa en El Salvador son el 2009 (72,8) y 2011 (72,2), según una base de datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que cita fuentes oficiales.
Sobre estos se sitúa el año 2015, considerado como el más violento de la historia reciente del país, con 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.
A pesar del alto índice de asesinatos, El Salvador registró entre enero y octubre de 2016 un descenso del 18,4 % de los homicidios frente a los 5.622 computados en el 2015.
Las autoridades de Seguridad del país centroamericano acusan a las pandillas de mantener los altos índices de homicidios que sitúan a El Salvador entre los más violentos del mundo.