Hammond compareció en la Cámara de los Comunes para hacer la Declaración de Otoño, en la que presentó el presupuesto preliminar para el ejercicio 2017-18 y revisó las previsiones económicas tras el referéndum del 23 de junio, en el que los británicos votaron por salir de la Unión Europea (UE).
En base a los cálculos de la Oficina de responsabilidad presupuestaria (OBR, en inglés), el déficit presupuestario crecerá de aquí a 2020-21, hasta un total acumulado de esos 122.000 millones de libras, en lugar de alcanzarse un superávit de 10.000 millones de libras (11.700 millones de euros) en 2019-20, como había previsto el anterior Gobierno.
El Gobierno rebajó además al 1,4 % la previsión de crecimiento económico para 2017, frente al 2,2 % pronosticado en marzo, y para los ejercicios siguientes, con un 1,7 % en 2018, un 2,1 % en 2019 y en 2020 y un 2 % en 2021.
En 2016, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) se revisa al alza, del 2 al 2,1 %.
La deuda neta acumulada, que se sitúa actualmente en 1,64 billones de libras (1,92 billones de euros), también aumentará más de lo previsto, hasta un 87,3 % del PIB este año y un 90,2 % en 2017-18.