“Sería una pérdida considerable si el PSDB saliese del Gobierno. Es un partido de peso, con perfil ideológico claro, que disputa las presidenciales desde los años 90 y confiere calidad a la coalición gubernamental en la que controla 4 ministerios”, sostiene Carlos Lopes, analista político en la consultora Tecla.
El presidente Michel Temer salió airoso del juicio ante la corte electoral, que acusaba a la fórmula ganadora de 2014, Dilma Rousseff (PT)-Temer (PMDB), de abusos de poder y financiación ilegal de la campaña con dinero desviado del megafraude a Petrobras.
Pero al mandatario conservador, que asumió el poder hace poco más de un año en sustitución de la depuesta Rousseff, lo merodean otros fantasmas que asustan también a sus aliados.
Desde que estalló el escándalo y con una denuncia en el horizonte, el PSDB discute su permanencia junto a Temer. afp