La empresa de saneamiento básico del estado de Sao Paulo Sabesp comunicó que las lluvias del sábado elevaron hoy el nivel del reservorio, responsable por el suministro de agua para un tercio de la población del área metropolitana de la mayor ciudad brasileña.
El nivel llegó a estar este año en el 5,1 %, pero el aumento de lluvias en febrero, que superó el promedio de precipitaciones previstas para el mes, elevó ese número y permitió que el sistema saliera de la segunda cota del llamado “volumen muerto”, como se conocen a las reservas técnicas mínimas de líquido de los embalses.
Especialistas han pronosticado que el sistema puede secar por completo hasta septiembre si las lluvias no aumentan en Sao Paulo.
La región sudeste del país sufre la peor crisis hídrica desde 1930, con racionamiento del suministro de agua en Sao Paulo, el más rico y poblado de los estados brasileños y riesgos de desabastecimiento en las otras unidades federales.
La situación de sequía contrastó en los últimos días con los estragos provocados por las inundaciones debido a las intensas lluvias veraniegas que cayeron y, una vez más, cubrieron algunos de los barrios cuyos grifos siguen secos.
En lo que va del año más de 1.000 árboles cayeron en la capital, las inundaciones han arrasado con casas y automóviles y varias personas han muerto como consecuencia de las tormentas eléctricas.
Las precipitaciones de los últimos meses han ayudado a aumentar el nivel de los principales embalses del estado de Sao Paulo, aunque los reservorios siguen en mínimos históricos y el Gobierno regional ya ha alertado de un posible “racionamiento drástico” a partir de marzo si la situación no mejora.
En la actualidad, las autoridades de Sao Paulo implementaron un programa de bonos y descuentos para quien ahorre en el consumo de agua y aplican multas por desperdicio o aumento injustificado del líquido potable.