En una entrevista con Efe en Miami, donde participa en la Feria del Libro, Navarro considera “aberrantes” las declaraciones del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, hacia los latinos, porque “azuzan el racismo de manera preocupante”.
Sin embargo, el protagonista de orígenes latinos de su última novela, “Historia de un canalla”, “no está contento con su propia piel” y rechaza sus facciones y sus raíces hispanas.
“Estados Unidos es una sociedad vertical donde en el vértice siguen estando los blancos de origen anglosajón” y también “la desesperación” de muchos de esos estadounidenses “sin trabajo y sin proyecto de vida” les ha llevado a escoger a Trump como presidente.
Pero la escritora insiste en su “optimismo respecto al ser humano” y espera que el presidente electo “sea capaz de moderar y cambiar la opinión que venía manifestando”.
Para ella, hay una realidad por la que “la sociedad está cambiando y hay una demanda de opciones políticas con mensajes primarios, simples y emocionales que terminan teniendo éxito”.
Julia Navarro muestra en “Historia de un canalla”, publicado en 2016, cómo desde el mundo de la comunicación y la política cada vez “es más fácil la manipulación de la opinión pública” porque “cada segundo nos cuentan algo nuevo y no podemos reflexionar sobre lo que nos cuentan”.
El relato recae en Thomas Spencer, un publicista neoyorquino arrogante, atormentado por su propio pasado y rodeado de mujeres inteligentes que se desenvuelven en un mundo gobernado por hombres.
A pesar de compartir estas similitudes con el protagonista de “Mad Men”, Don Draper, la escritora asegura que “aunque no se lo crean” no ha visto esa serie televisiva.
“El otro día mi editor me la regaló”, afirma Navarro, que añade que la diferencia entre “Historia de un canalla” y “Mad Men” estriba en que la segunda es “un reflejo de la sociedad de los (años) 50 y esta es una novela del siglo XXI”.
En la Feria del Libro de Miami, la autora, que ha vendido cinco millones de ejemplares de sus cinco novelas anteriores en más de 30 países, presentará su último trabajo en una feria “especial” que le gusta porque “es la conjunción entre dos culturas y dos maneras de entender la vida”.
“No es casualidad que una parte de la familia de Thomas Spencer tenga orígenes hispanos y provenga de Miami”, insiste Navarro en referencia a la madre del protagonista de la novela, hija de inmigrantes.
La periodista, creadora de éxitos como “La biblia de barro” y “Dime quién soy”, eligió además Miami porque siempre escribe de las ciudades a las que les “ha podido tocar el corazón”.
Sobre el mundo de la literatura, echa en falta homenajes a Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de su muerte: “es una pena que no haya esa mirada hacia una parte de las que más orgullosos nos tenemos que sentir”.
Navarro, una romántica del concepto clásico de libro, dice que una de sus actividades favoritas es “ir a las ferias de libros antiguos, comprar uno y pensar en manos de quién ha estado antes, por qué esa persona ha doblado una página en concreto”.
“Los libros de papel tienen vida propia”, añade una escritora que tiene esperanza en el futuro de la lectura y apela a los maestros para que la conviertan en “una aventura” en vez de hacer de ella “un castigo o una asignatura”.
Para ella, “leer es una viaje a un lugar recóndito y desconocido que siempre nos va a enseñar algo: cuando ves la televisión, alguien ya ha puesto los colores; cuando lees, tú vas coloreando ese libro, estás participando en él”.
Pablo Ramón Ochoa
