“En Colombia falta una educación artística, no hay una actividad para encauzar a los jóvenes. En el momento actual hay mucha improvisación”, declaró a Efe el pintor nacido en 1928 en la región peruana de Ancash y que desde 1993 tiene nacionalidad colombiana.
Para el maestro, que ha sido profesor en universidades de Bogotá por más de 55 años, “los nuevos artistas llegan a un espacio bastante estéril, vacío. Creo que ha habido un retroceso”, expresó. EFE | Ampliar imagen
Para el maestro, que ha sido profesor en universidades de Bogotá por más de 55 años, “los nuevos artistas llegan a un espacio bastante estéril, vacío. Creo que ha habido un retroceso”, expresó.
Armando Villegas acaba de ser homenajeado en Bogotá, donde se presentó un libro de lujo que reúne su vida pictórica, auspiciado por el Banco Davivienda.
“Desde que me hice colombiano en 1993 no he hecho otra cosa que dedicarme a mi trabajo”, manifestó el autor, cuya pintura es calificada por los críticos como una de las pioneras de la abstracción en Latinoamérica.
Pero Villegas se concentró en sus últimas tres décadas en una corriente figurativa ubicada en el llamado realismo fantástico y destacada por unos guerreros incas, personajes mitológicos precolombinos que llevan ricas vestimentas.
“Todos somos guerreros, nos la pasamos guerreando, pero mis guerreros son guerreros de paz”, explicó.
El pintor subrayó que ese es un tema profundamente americano y demuestra que sigue “hablando la lengua materna”.
En el libro, el escritor colombiano Óscar Collazos destaca de Villegas “su doble condición de artista y formador de artistas”.
“Este libro es un inventario de una vida, un acto de justicia”, expresa el novelista Collazos, que exalta el “inmenso aporte de Villegas al arte colombiano”.
El artista estudió en las escuelas de Bellas Artes de Lima y de Bogotá en la década de 1950.
Su obra se ha expuesto en Venezuela, Suiza, Estados Unidos, Japón, Brasil, México, España, Perú y Colombia, y pertenece a colecciones de una veintena de países.