El informe anual de agresión sexual señala que en 2016 se denunciaron 6.172 casos de abuso sexual de algún tipo, por encima de los 6.083 de 2015 y los 6.031 casos de 2014, lo que marca un máximo histórico.
No obstante, el Pentágono, que hace varios años puso en marcha medidas para evitar el temor a denunciar casos de abuso sexual, especialmente cuando sucede entre un superior y subordinado, estima que el número real ha bajado.
La estimación, que se realiza combinando una encuesta anónima con datos reales de denuncias, señala que un 4,3 por ciento de las mujeres soldado y un 0,6 por ciento de los hombres en las Fuerza Armadas experimentaron este tipo de casos.
En total, el Pentágono estima que 14.900 militares sufrieron algún tipo abuso, por debajo de los 20.200 de 2014, cuando se realizó la última estimación, que está apoyada, en parte, en un sondeo entre más 150.000 militares.
Estas estimaciones de asalto sexual son mucho más bajas que los 34.000 casos que se estimaban en 2006 de un problema que se había extendido, e incluyen desde tocamientos inapropiados hasta violaciones.
Según el Pentágono, hace diez años uno de cada catorce soldados se atrevía a denunciar un caso de abuso sexual, con especial dificultad entre los hombres, mientras que ahora lo hacen uno de cada tres.
“El aumento de las denuncias y la caída en las estimaciones (de asalto sexual) de este informe reflejan la mayor confianza entre nuestras tropas en los programas y políticas de prevención”, aseguró el secretario de Defensa, James Mattis, en un comunicado.
“Pese a que hay menos casos de este horrible crimen en 2016, aún demasiadas personas experimentan asaltos sexuales”, aseguró hoy la almirante Ann Burkhardt, directora del departamento para la prevención del asalto sexual.
La publicación del informe se da después de que la Infantería de Marina iniciara una investigación sobre la publicación en internet de imágenes privadas de mujeres soldados en ropa interior o desnudas y la extensión de mensajes misóginos de compañeros de tropa.